Dormir con el calor: ¿Cómo tapar a un bebé para dormir?

Los cambios de horario, las terrazas con amigos y el calor del verano pueden hacer que sea muy difícil mantener la rutina nocturna del bebé. No te agobies por esto, ya que siempre surgirán imprevistos que requerirán adaptaciones por tu parte. En cuanto al sueño de tu bebé, aquí te damos algunos consejos para ayudarle a descansar bien durante la noche, y que tú también puedas recuperar energías.

Prepara el ambiente para dormir

El sueño es un tema muy delicado con los bebés, y a menudo sufrimos debido a nuestra falta de conocimiento o impaciencia para que el bebé duerma bien y mucho. En verano, todo puede cambiar e ir a peor: cuesta encontrar el sueño, la ropa se vuelve incómoda y el aire está cargado. Al igual que los adultos, es importante encontrar la manera de mejorar la calidad del sueño de nuestros bebés haciendo algunos ajustes.

Primero, mantén la habitación oscura y tranquila, bajando las persianas para conservar la frescura y promover un ambiente propicio para dormir. Luego, ajusta la temperatura de la habitación para que oscile entre 23 y 26 ºC. Normalmente, se recomienda una temperatura entre 18 y 20 ºC, así que puedes usar ventiladores o aire acondicionado para alcanzar estos valores. Estos métodos son excelentes aliados en verano, siempre que se usen con mucha precaución, asegurándote de que no soplen directamente sobre el bebé.

¿Cómo tapar a un bebé recién nacido para dormir?

Para los recién nacidos, elige materiales ligeros y transpirables para las sábanas y los pijamas. El algodón orgánico y las muselinas son ideales, ya que permiten que el cuerpo sude, lo que ayuda a regular la temperatura de forma natural.

Para evitar el sobrecalentamiento, es mejor no usar mantas pesadas o tejidos sintéticos. En su lugar, puedes optar por un saquito de dormir, que sustituye a las sábanas y proporciona una forma segura y cómoda para que tu bebé duerma tapado sin pasar calor. Existen modelos de saquitos de dormir adecuados para bebés desde los 0 meses.

Siempre observa señales de que el bebé no está pasando demasiado calor, como sudoración excesiva o mejillas enrojecidas, para asegurarte de que se siente cómodo durante la noche.

¿Cómo duerme un bebé en los meses de calor?

A medida que el bebé crece, sus necesidades cambian, y también pueden variar según el día. Lo mejor que podemos hacer es adaptar su cobertura según la temperatura ambiente.

Recién nacidos

Los recién nacidos pueden necesitar el swaddling, es decir, ser envueltos para que se sientan contenidos y protegidos. Esta técnica es muy útil para bebés de unos días hasta aproximadamente los 4 meses (cuando empieza a girar). Envuelve al bebé de forma segura, dejando espacio para que sus piernas puedan moverse libremente.

Bebés mayores

A medida que los bebés crecen, pueden dormir solo con un pijama ligero. Los niños mayores, a partir de los 2 años, son más capaces de expresar sus necesidades, como si tienen sed, calor o frío. Para ellos, lo mejor es utilizar un saco de dormir con los pies libres, lo que les deja total libertad de movimiento. Existen varios modelos de saquitos de dormir que puedes elegir según la temperatura ambiente, asegurando siempre que el bebé esté cómodo y no pase calor.

Consejos prácticos para dormir a tu bebé en verano

  • Baño antes de dormir: Un baño tibio puede refrescar al bebé y ayudarlo a relajarse. Considera usar un aceite de masaje para bebés, que puede promover la relajación. Existen productos con esencias relajantes que facilitan el sueño del bebé.
  • Monitoreo constante: Supervisa la temperatura del bebé durante la noche, tocando su cuello o espalda para asegurarte de que no esté demasiado caliente ni frío. También puedes usar el vigilabebés para comprobar la temperatura de la habitación y hacer ajustes si es necesario.
  • Saquitos de dormir: Como mencionamos antes, los sacos de dormir son una excelente manera de mantener al bebé cubierto sin riesgo de sobrecalentamiento. Elige un saco de dormir con el TOG (grado de aislamiento térmico) adecuado según la temperatura ambiente.
  • Hidratación: Asegúrate de que el bebé esté bien hidratado durante el día. Si ya tiene edad para beber agua, ofrécele pequeñas cantidades antes de acostarlo.
  • Adaptación a cambios: Durante el verano, es posible que estén de vacaciones o de visita, y que el bebé se duerma en su carrito. Lleva siempre una muselina grande para taparlo mientras duerme. Mantén una actitud flexible y adapta el entorno del bebé según sea necesario.

Para concluir, mantener a tu bebé fresco y cómodo durante el verano puede ser un desafío, pero con estos consejos puedes asegurarte de que ambos tengan un descanso reparador. ¡Disfruta de este tiempo especial con tu bebé, y no dudes en buscar ayuda si la necesitas!


Recursos Adicionales

Para más información, aquí hay algunos recursos que me fueron de gran ayuda:


Si tienen alguna pregunta o quieren compartir su experiencia, por favor, dejen un comentario. Estoy aquí para ayudar y compartir en esta maravillosa etapa de nuestras vidas.

Louise Féret

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