Ir a la piscina sol@ con tu bebé

¿Has decidido llevar a tu hij@ a la piscina? ¡Bien hecho! Es un momento fantástico para el bebé y para la persona que lo acompaña. Te lo aconsejo si a tu bebé no le asusta el mundo acuático. Pero si tiene miedo al agua no te preocupes, en este artículo te cuento «cómo familiarizar al bebé con el agua».

¡Ojo! Este momento puede convertirse en una pesadilla si no has preparado bien sus cosas antes de entrar en el agua. Aquí te doy unos consejos si llevas a tu bebé a la piscina:

Utiliza su bolsa cambiador

Es importante la anticipación, todo lo que puedes preparar antes de ir a la piscina, lo agradecerás después. Utilizar una única bolsa para el bebé te permitirá mantener tus manos libres para cogerlo.

¿Cómo dejarlo?

Según la piscina donde vayas, las instalaciones serán distintas. Infórmate primero si tienen un cambiador o si puedes entrar con el carrito. En caso contrario, deberías anticipar algo para dejarlo mientras te cambias. Puede ser un colchón de cambiador para ponerlo en el suelo, con toallas o muselinas. O puedes utilizar tu propio abrigo si no tienes nada. Por supuesto nunca lo dejes solo, puedes vigilarlo mientras te vistes rápidamente.

Dos toallas

Cuando salgas del agua utilizarás una toalla seca, pero se mojará enseguida con el bañador del bebé. Es posible que quieras también ducharlo después del baño. Por estas razones, deberías llevar una segunda toalla para secar al bebé y que siempre esté calentito.

Un bañador y un pañal

Cuando el bebé salga del agua, su pañal bañador estará muy mojado. Así que tienes que quitárselo cuanto antes. Necesitarás un pañal nuevo mientras lo vistes para que se quede seco y cómodo.

Te aconsejo coger un pañal a mano para poder hacer el cambio rápidamente.

Usar ropa cómoda

Tanto para ti, como para el bebé, lo mejor es usar ropa muy cómoda y fácil de poner y quitar. También puedes pensar en ponerte el bañador antes de llegar a la piscina. El objetivo es ser eficaz y rápido.

Trucos prácticos

Al salir de la piscina, ponle un gorro a tu bebé para que no pase frío con su pelo mojado y sus orejas al aire. Anticipa una merienda algo más contundente de lo normal, ya que tu bebé ha gastado mucha energía en el agua. Coge unos de sus juguetes favoritos para entretenerle mientras te preparas tú.

Louise Féret

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