Hola, futuras mamás. Quiero compartiros mi experiencia y algunos consejos sobre cómo reconocer las señales de parto, especialmente si es tu primera vez. Sé que el final del embarazo puede ser un momento de ansiedad y emoción, así que espero que esta información te sea de ayuda.
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¿Cuándo comienza el parto?
Predecir la fecha exacta del parto es imposible; solo sabemos que el promedio de gestación del cuerpo humano se sitúa entre 38 y 42 semanas. Lo más común es dar a luz durante la semana 40, pero aun así, nada impide que el bebé decida salir antes o después.
Hoy en día, no sabemos con certeza por qué las mujeres se ponen de parto. Según Céline Méhats, investigadora en el Instituto Cochin en París, parece que se debe a una inflamación que envía señales al cuerpo de la mujer para iniciar el parto. Pero, ¿qué desencadena esta inflamación? Como aún no podemos responder a esta pregunta, debemos aprender a escuchar a nuestro cuerpo y a distinguir entre los diferentes signos.
¿Cómo sé que el parto se acerca?
¿Rotura de aguas? ¿Contracciones? ¿El tapón mucoso? En internet se puede encontrar mucha información sobre las señales que nos envía nuestro cuerpo para saber cuándo empieza el parto. Pero a veces, la cosa no está tan clara. Recuerdo que, en las últimas semanas de mi embarazo, cada pequeño cambio en mi cuerpo me hacía preguntarme: ¿Será esto una señal de que el parto está cerca?
La expulsión del tapón mucoso
Si notas un flujo vaginal espeso, a veces rosado y con un poco de sangre, probablemente se trate de la expulsión del tapón mucoso. Al final del embarazo, el cuello uterino se ablanda y se acorta, lo que provoca la caída de esta mucosidad que, hasta ahora, actuaba como un tapón hermético y defensivo contra las agresiones externas. Este tapón puede perderse de una vez o poco a poco, lo que fue mi caso en concreto, días antes del parto. Aunque no es una señal de parto inmediato, sí indica que el cuerpo se está preparando para el gran momento.
El descenso del bebé: alivio y presión
Otra señal que puedes notar es una sensación de alivio en la parte superior del abdomen, sintiendo que puedes respirar un poco mejor. Sin embargo, también experimentarás más presión en la zona pélvica. Estas sensaciones son causadas por el «aligeramiento», que significa que el bebé ha descendido hacia la pelvis, liberando la presión del diafragma. Esta es una señal de que el parto se acerca, ya que el bebé se está posicionando para nacer. Es posible que sientas un aumento en la necesidad de ir al baño y que te cueste más caminar debido a la nueva presión en la pelvis.
Roturas de agua: ¡Un gran splash, o no!
La rotura de aguas ocurre cuando se rompe el saco amniótico, liberando el líquido que rodea al bebé. Puedes sentirlo como un chorro repentino, como en las películas, o un goteo constante. Para no confundirlo con la secreción vaginal, recuerdo que mi matrona me aconsejó usar una protección, y si la pérdida es constante, probablemente haya fisuras en la bolsa de aguas. Es una señal clara de que el parto puede estar cerca. Sin embargo, si el líquido es verde, marrón o tiene mal olor, debes acudir al hospital de inmediato.
Síntomas desagradables y tabú
Existen señales que pocas personas, médicos o amigas te comentan, pero que son tan esenciales como molestas. Entre ellas se encuentran la pérdida de apetito, náuseas, vómitos y un aumento en las deposiciones, incluyendo diarreas. Todos estos síntomas son muy desagradables, pero perfectamente normales. Recuerdo que mi matrona me explicó que esto ocurre porque el cuerpo se está «deshaciendo» de lo que le sobra, vaciando los intestinos tanto por arriba como por abajo. El encajamiento del bebé también puede causar más dolor en la pelvis, así como calambres en la zona pélvica y rectal.
Las contracciones: ¡Las que todas esperamos!
Eso es un temazo! Hablar de contracciones es complejo, ya que varía mucho de una mujer a otra y depende de cómo cada una lidia con el dolor. También influye la duración del parto, ya que incluso una mujer valiente puede sentirse abrumada si el preparto dura más de 24 horas con contracciones muy doloras.
Contracciones de Braxton Hicks: las falsas alarmas
Algo que puede causar mucha confusión son las contracciones de Braxton Hicks. Estas contracciones falsas son irregulares y no aumentan en intensidad. Puedes sentirlas en cualquier momento del embarazo, especialmente si has hecho un esfuerzo adicional, como me ocurrió a mí durante una mudanza en el octavo mes, o si te sientes ansiosa. No afectan al bebé y molestan un poco pero son indoloras.
Contracciones verdaderas: El inicio del trabajo de parto
Ahora hablemos de las contracciones verdaderas. En mi caso, al principio eran irregulares y no muy dolorosas, comenzando 48 horas antes del parto. Las sentía en la zona lumbar, una gran presión que irradiaba hacia los riñones. Había leído y escuchado que las contracciones se sienten como dolores menstruales, pero más fuertes.
En mi caso particular, la posición de mi bebé, que estaba mirando hacia mi abdomen en lugar de boca abajo, causó un «parto de riñón». Esto me confundió un poco al principio, ya que no estaba segura de que realmente estaba en trabajo de parto. Lo que me ayudó a identificarlo fue medir la regularidad de las contracciones.
¿Cuándo llamar al médico o matrona?
¿Cuándo ir al hospital? Durante la preparación al parto, aprendí los signos más frecuentes que indican que es momento de acudir a urgencias:
- Contracciones regulares: Si las contracciones se repiten cada 5 minutos y esto sucede durante más de una hora.
- Ruptura de aguas: Si has roto aguas pero no tienes contracciones, y el líquido es verde, marrón o huele mal.
- Movimiento del bebé: Si notas que tu bebé se mueve menos de lo habitual.
Siempre que tengas dudas, es mejor llamar o acudir a urgencias. Recuerda que no molestas a nadie; es importante asegurarte de que tanto tú como tu bebé están bien. Los síntomas pueden ser difíciles de evaluar por tu cuenta, y a veces es mejor comprobar que todo está en orden.
Consejos de madre a madre
Aquí les dejo algunos consejos que me sirvieron mucho:
- Escucha a tu cuerpo: Cada embarazo es único. Aprende a conocer tus propias señales.
- Mantén la calma: Es fácil decirlo, pero encontrar maneras de relajarte, como respiración profunda o música suave, puede hacer una gran diferencia.
- Infórmate: Leer libros, asistir a clases y hablar con tu médico te dará más seguridad.
- Prepara tu entorno: Ten lista tu bolsa para el hospital y asegúrate de que tu hogar esté preparado para recibir al bebé.
- Apóyate en tu red: No dudes en pedir ayuda a tu pareja, familia o amigos. Su apoyo será invaluable.
Reflexión final
Espero que mi historia y estos consejos te ayuden a sentirte más preparada y segura cuando llegue el momento. Recuerda que cada experiencia es única y que lo más importante es escuchar a tu cuerpo y mantenerte en contacto con tu médico. ¡Te deseo lo mejor en este hermoso viaje
hacia la maternidad! ¡Tú puedes!
Con cariño,
Una madre primeriza
Recursos Adicionales
Para más información, aquí hay algunos recursos que me fueron de gran ayuda:
Si tienes alguna pregunta o quieres compartir tu experiencia, por favor, deja un comentario. Estoy aquí para ayudar y compartir en esta maravillosa etapa de nuestras vidas.
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