Mantener a tu bebé abrigado durante el invierno es crucial para su bienestar y salud. Los bebés son especialmente sensibles al frío, y no taparlos adecuadamente puede aumentar el riesgo de enfermedades y afectar su calidad de sueño. En este artículo, te ofrecemos consejos prácticos para mantener a tu bebé abrigado y cómo reconocer si tiene frío.
¿Cómo el frío afecta el sueño y la salud del bebé?
Los bebés, especialmente los recién nacidos, tienen una menor capacidad para regular su temperatura corporal, lo que los hace más vulnerables al frío. Aunque puede ser tentador abrigar demasiado al bebé en invierno, es importante evitar el sobrecalentamiento, ya que la hipertermia puede ser peligrosa.
Para crear un ambiente cálido y confortable que ayude a tu bebé a dormir, mantén la temperatura de la habitación entre 18 y 22ºC. Además, es esencial ventilar la habitación todos los días, incluso si hace frío. Esto ayuda a renovar el aire y eliminar bacterias y virus que pueden acumularse.
El frío en sí no afecta directamente el sueño del bebé; lo que realmente importa es cómo actuamos y cómo lo abrigamos para dormir durante las noches frías.
¿Qué tipo de prenda elegir: Manta o saco de dormir?
¿Te preguntas si es mejor usar una manta o un saco para dormir? Es una decisión personal, pero siempre he utilizado el saco de dormir para mi bebé y le veo muchos beneficios. Aquí te explicaré por qué lo recomiendo y cómo aprovecharlo al máximo.
El saco de dormir es una prenda con o sin mangas que envuelve al bebé y se cierra con una cremallera en el centro o en el lateral. Es una opción muy segura, ya que ayuda a prevenir la asfixia y reduce el riesgo de muerte súbita gracias a su diseño. El saco de dormir permite que el bebé esté cómodo y calentito mientras duerme, sin el riesgo de que se destape durante la noche.

Además, puedes usarlo desde que el bebé tiene 0 meses hasta aproximadamente los 3 años. Con su formato seguro y confortable, el saco de dormir es una excelente opción para mantener a tu bebé abrigado y seguro durante sus noches de sueño.
¿Cómo elegir el saquito de dormir?
Elegir el saquito de dormir adecuado para tu bebé es importante para asegurar su comodidad y seguridad durante la noche. Aquí te dejo algunos consejos prácticos para hacer la mejor elección:
Tamaño del Saquito:
El primer criterio a considerar es el tamaño del saquito, que debe ajustarse bien a tu bebé. Los tirantes deben acoplarse correctamente al cuerpo del bebé, asegurando un ajuste seguro y cómodo. Aunque los saquitos se utilizan comúnmente en los primeros meses de vida, yo personalmente sigo usándolos para mi hijo de 2 años, ya que se mueve mucho en la cama. Usar un saquito me da tranquilidad, sabiendo que no se destapará durante la noche.
TOG del Saquito:
El TOG (Thermal Overall Grade) es una medida de la capacidad térmica del saquito y es fundamental elegir el TOG adecuado según la estación del año. Un TOG más alto significa mayor aislamiento térmico, adecuado para el invierno, mientras que un TOG más bajo es mejor para el verano. Aquí te explico un poco más sobre el TOG:
- TOG 0.5 – 1.0: Ideal para temperaturas superiores a 24°C. Perfecto para el verano.
- TOG 1.0 – 2.5: Adecuado para temperaturas entre 18°C y 24°C. Ideal para primavera y otoño.
- TOG 2.5 – 3.5: Mejor para temperaturas inferiores a 18°C. Perfecto para el invierno.
El fabricante generalmente indica el TOG en la etiqueta del saquito, pero no todas las marcas incluyen esta medida. Algunas marcas que sí lo hacen son Vertbaudet, Molis&co, y Snuzpouch, por ejemplo. Al elegir el saquito de dormir adecuado en función del tamaño y el TOG, asegurarás que tu bebé esté cómodo y seguro durante toda la noche, sin importar la estación del año.
¿Cómo saber si el bebé tiene frío?
En la época invernal, es común preguntarse “¿cuál es la temperatura normal de un bebé?” Aquí tienes algunas pistas para saber si tu bebé está pasando frío o calor:
- Tocando su cuello: Sus manos no te indicarán la temperatura global de su cuerpo, así que la mejor manera de medir la temperatura corporal de tu bebé es tocando su cuello. Si está caliente y sudoroso, probablemente tiene calor. Si está frío, es señal de que necesita más abrigo.
- Observa su comportamiento: Un bebé incómodo se moverá mucho, se despertará frecuentemente y llorará más de lo habitual. Estos son signos claros de que algo no está bien con su temperatura.
- Usa el sentido común: Si tú tienes frío, es probable que tu bebé también lo tenga. A veces, solo hace falta un poco de sentido común para asegurarte de que esté bien abrigado.
Para mantener a tu bebé cómodo y protegido del frío durante los paseos en invierno, utiliza una funda de invierno para el carrito, que ofrece protección adicional contra el viento y el frío.

Viste a tu bebé con varias capas de ropa: una base de algodón, un suéter y una chaqueta cálida. Además, añade una manta ligera que puedas ajustar fácilmente según la temperatura. No olvides un gorro que cubra bien las orejas y unos guantes. Vigila regularmente su temperatura tocando su cuello para asegurarte de que esté cómodo y calentito durante todo el paseo.
Para concluir, el frío es un tema importante para los recién nacidos, ya que no pueden regular su temperatura corporal de manera efectiva. Por lo tanto, es nuestra responsabilidad asegurarnos de que estén en un entorno adecuado para un sueño óptimo. Si tienes alguna duda, puedes comentar tus preocupaciones con tu pediatra, quien te dará consejos profesionales y personalizados.
Recursos Adicionales
Para más información, aquí hay algunos recursos que me fueron de gran ayuda:
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